Sabes que existen proyectos a los que desde que salen del pensamiento, cogen un tinte de cariño especial, un revuelo en tu mente y unos nervios ( controlables ) cuando desde que empiezas a darle forma hasta que los ves terminados estás como un peque cuando sabe qué qué le van a regalar, pero, no puede jugar con él hasta el día de su cumple.
Así me sentía desde que me reuní con el equipo de maquillaje y fuimos poniendo las piedras necesarias para montarlo todo, en esas piedras prometo fueron los modelos, los que tenían que cumplir un requisito… el del descaro. Después, vino el outfit adecuado a colores blancos, negros y ese rojo casi granate que quería como toque principal a resaltar y así fue, se buscó velas acorde, las antorchas y todo dando siempre sentido al lugar dónde tan importante sería, abandonado y naturaleza como espacio y plato principal del escenario.
Cuando todo estaba preparado, quedaba rezar que el tiempo respetara el día acordado y si, todo cogió el ritmo para que no pudiera salir nada mal y así fue, empiezas a configurar la Fuji, en este caso usada la X-T3 con los Fujinon XF 35 mm f2 y el 56 mm f1.2 ( reconozco que estos me acompañan siempre como protagonistas de mis trabajos ) y ya notas que todo va cogiendo forma, los modelos maquilados por Laura Fe una forma magistral y ellos comportándose de forma exquisita, poniéndomelo tan fácil que fue una diversión total el empezar y una lastima tener que acabar en algún momento el shooting.
Y así, así le dimos forma a algo que se ha convertido en especial, en revolución en mis redes sociales y todo un orgullo, conocer la opinión del público. “